FINCA AGROECOLÓGICA: ES SALUD Y UNA FORMA DE VIDA

 

Autor: Luis F. Sivisaca Caraguay

Presidente del Colectivo Alianza Bareque

05 septiembre de 2023

 

La cosmovisión andina es un sistema de creencias y valores profundamente arraigado en las culturas indígenas de los Andes, que abarca un enfoque holístico y espiritual del mundo. Unos de los aspectos de ésta es la conexión con la naturaleza; es decir la cosmovisión andina reconoce que los seres humanos son parte integral de la Naturaleza y están interconectados con todos los elementos del Universo; existe un profundo respeto y reverencia hacia los elementos naturales, como las montañas, los ríos, los animales y las plantas, considerándolos como seres vivos con los que se establece una relación de reciprocidad y armonía.  

Uno de los principales componentes de una finca agroecológica es la diversidad biológica, debido a que en una finca agroecológica se fomenta la diversidad de especies vegetales y animales; se promueve la rotación de cultivos, la siembra de variedades locales o nativas y la creación de hábitats para la fauna y flora silvestres. Esto ayuda a mantener un equilibrio ecológico, reduce plagas y enfermedades, y promueve la polinización y la fertilidad del suelo.  

 El porqué y para qué implementar una finca agroecológica

 Para entender, sentir y vivir sobre la importancia de tener una finca agroecológica, por parte de las familias y de manera especial las campesinas, es hacer una analogía de lo que es una chacra, desde la Cosmovisión Andina. Es decir, la cultura andina es agrocentrica, dado que, en el mundo andino, para mantener su cultura es estar siempre basada en la agricultura. La “Chacra", no se limita a parcela de cultivo; es más bien un concepto que abarca todo el paisaje natural (PRATEC, 1991).

La chacra es el espacio de reciprocidad de todos los miembros de la "colectividad natural". La “colectividad natural” está constituida por la Naturaleza, las deidades y la comunidad humana, que se encuentran en continuo diálogo y reciprocidad, pues ese es el modo de ser de la vida (PARTEC, 1991). La chacra es el lugar de crianza de plantas, animales, suelos, aguas, clima y paisaje (Grimaldo Rengifo, 1991).

El paisaje agrícola lo constituye la chacra. Ésta es una re-creación de la Naturaleza con participación de la comunidad humana. La chacra, así surgida, es el lugar donde la familia dialoga y reciproca con las otras familias a las que está unida por la minga (o ayni) (Eduardo Grillo Fernández, 1991).

La chacra es entonces reforzadora de los lazos de la comunidad humana y es también el lugar de simbiosis entre la comunidad humana y la Naturaleza. A base de los elementos del paisaje natural: suelo, agua, flora, fauna, clima, es que la comunidad humana "hace chacra". Ninguna chacra andina es igual a otra. Cada cual tiene su propio modo de ser, su identidad. Por eso decimos que la agricultura andina es una agricultura de filigrana, en cuyo espacio está llena de colorido y diversidad que parece una obra de arte en la chacra, huerta o en la Naturaleza.

La chacra se hace a "imitación" de la Naturaleza y con el mismo afecto que en ella se produce. En ella la comunidad humana "cultiva", "cría" en diálogo con la Naturaleza nuevos seres que viven en la chacra y que surgen a partir del diálogo y la reciprocidad con la Naturaleza (Grimaldo Rengifo, 1991).

En esta perspectiva, en la cultura andina, la organización toda, entre todos los seres de la comunidad natural, en la cual está incluida la organización social, es agrocéntrica (Francois Greslou, 1991).

Para la actualidad y el futuro de las familias campesinas y demás población del mundo, para vivir saludable, tiene que continuar haciendo agricultura, con base en la Cosmovisión Andina. Para ello, tiene que implementar la finca agroecológica, porque ésta es la proveedora de la salud y vida para los integrantes de la familia; además, ahí es donde se forma y educa a los hijos con valores éticos y morales y el amor a la Naturaleza y a los demás integrantes de la Colectividad Natural.

Para que los miembros de una familia gocen de buena salud durante su vida, la única opción, es alimentarse, con alimentos (productos) naturales orgánicos saludables, conocer y practicar la medicina natural, tomar agua limpia y cristalina, respirar aire puro y hacer ejercicios y tener una actitud y mentalidad positiva frente a todo lo que se presente en el vivir diario. Solo es posible lograr aquello, en la ruralidad; por ello, es momento de volver a estar en ella, compartiendo, cuidando, defendiendo y viviendo en armonía con la Naturaleza. 

Para tener esta opción, la familia, tiene que implementar una finca agroecológica; es decir, producir cultivos y animales, prioritariamente para autoconsumo y alimentarse bien e intercambio mutuo (trueque) entre familias, permitiendo un ahorro económico para la familia; donde el hombre en su diálogo permanente con la Naturaleza busque el bienestar mutuo: hombre-Naturaleza, en un marco de relaciones de reciprocidad. La relación hombre-Naturaleza, todo nace, florece, descansa y se renueva continuamente (Grillo Fernández, 1991).

Dimensiones de la agroecología campesina

Los miembros de la familia, son sujetos sociales, los que lideran el proceso de implementación de la finca, considerando las dimensiones, principios, características, elementos y condiciones para así asegurar una real finca agroecológica, cuyo impacto será que la familia viva de manera saludable, con bienestar, digna y soberana.

Para que una finca agroecológica se constituya en un escenario de reproducción de la vida, esta debe ser colectiva, emancipatoria, organizada en torno a valores comunitarios de cooperación y reciprocidad, que descentra la mercantilización de las relaciones sociales y ambientales. Para lo cual, hay que tener en cuenta tres dimensiones fundamentales, íntimamente relacionadas e imbricadas, que son:

1) la técnico-productiva: agronómica, científica y como campo disciplinar; la “agroecología material” (Rosset y Martínez-Torres 2012);

2) la político-organizativa: movilizadora; la “agroecología inmaterial”, simbólica (Rosset y Martínez-Torres 2012); y,

3) la ontológico-epistémico-vivencial: como modo de ser, conocer, vivir y producir.

Principios de la agricultura campesina

Los principales principios que deben prevalecer y practicar los integrantes de la familia agroecológica y demás miembros de la comunidad, son: filosófico, político, organizativo, metodológico, económico y técnico-productivo-ecológico.

 ·       Filosófico: es donde los miembros de la familia y de la comunidad reflexionan y actúan sobre la esencia y las relaciones entre la salud, la vida, la Naturaleza y el Cosmos. Es actuar desde la cultura y la espiritualidad, no desde el productivismo. La agroecología es un proyecto de vida con una enorme capacidad de transformar corazones, de regenerar los lazos comunitarios, de reinsertar la cultura al orden ecológico del lugar habitado. Es decir, es una forma de ser, estar, habitar, sentir, comprender la vida, de actuar y vivir, que excede, por mucho, la comprensión economicista que domina en las instituciones (da Silva, 2014).

Para que haya vida, tiene que haber diálogo y reciprocidad, y ser satisfechas dos condiciones: 1) igualdad; e, 2) incompletitud (no estar completo). Sólo entre iguales puede haber diálogo. Si se rompe la igualdad, ya no hay diálogo, sino que algunos, dan órdenes y otros las ejecutan. Tampoco puede haber reciprocidad sin igualdad. Si se rompe la igualdad, las relaciones se toman asimétricas, de modo que unos se benefician y otros se perjudican. El diálogo y la reciprocidad, que constituyen el modo de ser la vida, sólo son posibles en condiciones de igualdad (PRATEC, 1991).

 

·       Político: Es conformar economías basadas en el valor de uso (en la utilidad), no en el valor de cambio (el dinero y trabajo, que equivale a mercancía); es decir, cuestionar y transformar estructuras, no reproducirlas. Es dar las mejores condiciones para la reproducción de la vida en las familias, con dignidad y bienestar. La agroecología debe ser revolucionaria, en el sentido de que sea capaz de transformar de manera radical tanto el sistema agroalimentario y sus estructuras como las realidades locales adversas que enfrentan las comunidades rurales (LVC, 2011; 2015a; 2015b). Significa que las familias campesinas desafíen y transforme profundamente las estructuras de poder y ponga en manos de los pueblos el control de los medios de producción. Por ello, defender, recuperar y redistribuir la tierra es el primer paso para iniciar o retomar cualquier proceso agroecológico.

 Hacer agroecología significa que está impulsando un proyecto político revolucionario, en el sentido que se plantean la redistribución de los medios de producción, desde una perspectiva popular, campesina, indígena, feminista y despatriarcalizadora, capaz de desmontar relaciones machistas y opresoras contras las mujeres, por medio de sofisticados métodos estructurantes para descolonizar epistémicamente los territorios (Val et al., 2019).

La agroecología es ideológica debido a que conserva, cuida y protege el agua, suelo, territorio y la diversidad de semillas nativas, y así encaminar a la soberanía y seguridad alimentaria.

 

·       Organizativo: Trata de fortalecer la organicidad y pensar en procesos colectivos, no en proyectos individualizados. La organización es el caldo de cultivo sobre el cual crece la agroecología. Es la estructura que permite la circulación de aprendizajes, diálogos de saberes y vivires, significados y horizontes políticos de lucha, así como el único modo posible para disputar con el capital los medios de producción (Rosset & Altieri 2017; Mier y Terán et al. 2018).

 

Debe estimular la densidad del tejido organizacional a través de estructuras propias, como pueden ser las asambleas comunitarias, cooperativas, asociaciones, redes, escuelas territoriales, movimientos sociales, sindicatos agrarios, plataformas nacionales e internacionales, coordinadoras, comunidades eclesiales de base, colectividades de mujeres y jóvenes rurales, asociaciones civiles, comunidades intencionadas, redes de consumidores, agricultores urbanos, entre muchas otras formas organizativas.

 

La clave de todo proceso transformador es que el protagonismo y el control social esté en manos del campesinado, de la comunidad y otros agentes internos, y no de entidades externas como ONG, fundaciones, organizaciones internacionales, universidades, entidades religiosas, partidos políticos e instituciones del Estado, las cuales suelen intentar organizar la vida de sus beneficiarios a través de jerarquías y de valores de cambio.

 

Según Francois Greslou, 1991, la Organización campesina es el punto de partida esencial que podría permitir un acercamiento al concepto andino de organización, que es la relación del hombre con la Naturaleza.

 

Para entender este concepto andino, es mediante la siguiente analogía con el "Contrato Social'', uno de ellos, Michel Serres, llega a hablar de "Contrato Natural" para llamar la atención sobre la necesidad de una simbiosis, de una "reconciliación" entre el mundo social y el mundo natural como única vía posible para superar la situación actual en la cual el hombre, como "parásito", está provocando la muerte lenta pero segura de su "huésped", la Tierra. De objeto puesto al servicio y explotado, la Tierra debería ser considerada como sujeto y la relación sociedad-Naturaleza tendría que darse en términos de convivencia.

 ·       Metodológico: Es construir procesos horizontales, no jerarquías. Las metodologías de los pueblos, como Campesino a Campesino, transgreden la lógica: los expertos son “los que saben” y los campesinos “los que necesitan” (Machín Sosa et al. 2010; Rosset et al. 2011; Rosset, 2015).

 

No sólo empieza identificando carencias y problemas, sino ante todo potencias y riquezas en el territorio (MST-CE, 2019; Fernández et al., 2021).

 

La tarea es que la misma organización o familia productora identifique y haga un inventario de riquezas dispersas y fragmentadas –un saber aquí y otro saber allá– y los ponga en diálogo, mediante intercambios y encuentros. El procedimiento es simple: un campesino o campesina, quien ya ha probado con éxito una práctica agroecológica recibe visitas de otros campesinos para que, a través de su propia vivencia, promueva la emulación de su experiencia agroecológica en sus compañeros/as. Se trata de una estrategia que busca el reconocimiento colectivo del éxito y de estimular el deseo de vivir de manera agroecológica a través de la corroboración directa y los propios sentidos –en Cuba se dice “cuando el campesino ve, hace fe” (Machín Sosa et al., 2010)–. Todo funciona por contagio y por el deseo de emular las buenas experiencias.

 

·       Económico: Es tejer relaciones sociales y económicas muy diferentes a las que dominan en el sistema agroalimentario capitalista; es decir, se distancian de aquella relación social mediada por el dinero, en la que todos los intercambios se realizan a partir del valor de cambio, en la que unos se apropian del trabajo de otros; y, en el que cada aspecto del mundo se subsume bajo la forma de mercancía.

 

Este principio se trata de la circulación de los valores de uso en una comunidad, por ejemplo, el trueque. La consolidación de economías solidarias y cooperativas que, en vez de actuar motivadas por el lucro y las leyes del mercado, se organicen para satisfacer la reproducción de la vida social según los códigos establecidos por la misma comunidad (Gutiérrez & Salazar, 2015).

 Características técnico-productivo-ecológico de una finca agroecológica

El ordenamiento del territorio en una finca agroecológica tiene que estar diseñada y estructurada para que disponga de espacios o áreas para la establecer la vivienda y demás infraestructuras tradicionales y vernáculas; para producción agrícola y pecuaria agroecológica; para las actividades productivas artesanales; y, para la recreación, relajación y de descanso, entre las principales.

1.     Infraestructura tradicional-vernácula. Se trata de construir una vivienda en el centro de la finca para que la familia disfrute del entorno natural. Debe ser hecha con materiales tradicionales y autóctonos, como la tierra, la piedra y la madera, muy propias de la ruralidad, como son casas de adobe, tapial o bareque; y, con techos de teja, en forma de piramidal.

 

Estas casas son muy confortables y saludables porque regula la temperatura; es decir, en temporadas frías se mantiene abrigadas y en temporada de calor se mantienen frescas; además, concentran energía electromagnética o se constituyen en puntos energéticos donde se canaliza de mejor manera la energía de la tierra, lo que permite activar los buenos pensamientos y armonizar la vida de las personas que habitan en ella. Estas viviendas, de preferencia, deben tener cocina y horno de leña, para preparar los alimentos de manera tradicional, con ollas de barro y utensilios de madera, que dan a la comida un sabor inigualable. Además, la cocina abriga a la vivienda. Ofreciendo una calefacción natural.

 

En este proceso de implementación de la finca agroecológica, es necesario tener presente los cuatro elementos de la naturaleza: tierra, agua, aire y fuego:

 

a)    La Tierra es la fuerza, que significa firmeza, estabilidad, tenacidad, búsqueda de lo correcto, paciencia, cautela y seguridad.

b)    El Agua es el entendimiento, que implica la flexibilidad, adaptabilidad, fluidez, intimidad, necesidad de vincularse emocionalmente.

c)     El Aire es el espíritu o la fluidez, que representa la libertad, ideas, cambio, desapego, perspectiva, curiosidad y necesidad de socializar.

d)    El Fuego es la reacción, que simboliza la pasión, energía, fuerza, claridad, voluntad, iniciativa e impaciencia.

 

2.     Diseño, implementación, mantenimiento y evaluación de los agroecosistemas.

 

Cada familia al diseñar, implementar, mantener y evaluar la finca agroecológica, debe definir las áreas y espacios para los sistemas de producción agrícola (cultivos), sistema de ganado (animales menores y/o mayores), las plantas aromáticas, especies, plantas medicinales y ornamentales a establecer, analizando las interacciones e interrelaciones que deben darse entre los elementos bióticos (plantas, animales y microorganismos) y no abióticos (clima, agua, luz, temperatura, viento, humedad, precipitación, geología, suelo) que posee la zona donde está ubicada la finca; como el relieve y la topografía del terreno (Figura 1).

Figura 1. Modelo propuesto para una finca agroecológica

 

Las fincas agroecológicas deben ser libres de contaminantes químicos de síntesis (venenos por agroquímicos y fertilizantes), para activar el sistema biológico, elevar el componente nutricional de las plantas y la regulación de organismos que se pueden convertir en plagas y enfermedades. Estas estrategias permiten garantizar alimentos con alto valor nutricional e incrementar la biodiversidad. Es indispensable emplear abonos orgánicos y materiales locales para que fortalezcan la reducción de los costos de producción, mejorar rendimientos y estar en armonía con la Naturaleza.

 

Las familias propietarias de las fincas deben ir paulatinamente eliminando el uso de los plásticos; como el de no generar otros residuos sólidos, que son contaminantes del ambiente.

Elementos que aplica la agroecología, en su proceso de transición

Es muy importante aprender y aplicar algunas cualidades emergentes claves de los ecosistemas. Es decir, estás deben ser consideradas cuando son alterados los ecosistemas para convertirlos en agroecosistemas, y son los siguientes: el flujo de energía, el reciclaje de nutrientes, los mecanismos de regulación de poblaciones y el equilibrio armónico y dinámico.


Estos elementos son prioritarios cuando se inicia el proceso de transición de la agricultura convencional a la agroecológica.

 El flujo de energía

 La fuente principal de energía en los ecosistemas es el Sol. Sólo una pequeña parte de la energía solar que efectivamente llega a la tierra es transformada en biomasa por las plantas verdes (productores primarios) a través del proceso de la fotosíntesis. Mediante este proceso, una gran cantidad de energía de alta calidad es almacenada en los enlaces químicos que unen los compuestos orgánicos que conforman la biomasa (Flores y Sarandon, 2014). Este proceso no termina ahí con los consumidores secundarios, si no que se da el ciclaje completo.

El flujo de energía en los ecosistemas es el aprovechamiento de los productores primarios (plantas) y secundarios (animales) por organismos que a su vez utilizaron consumidores primarios (herbívoros) de los cuales se alimentan los consumidores secundarios (omnívoros y carnívoros).

Las actividades agrícolas (producción de cultivos) y pecuarias (ganadería), modifican drásticamente el flujo de energía de los ecosistemas. Se puede percibir a la producción agropecuaria como una manera de alterar, en provecho del hombre, la magnitud de los flujos de energía en el ecosistema.

En los agroecosistemas, el flujo de energía sufre importantes modificaciones, por la interferencia humana (Pimentel & Pimentel 1997). La agricultura implica, por definición, una simplificación del ecosistema y, por lo tanto, un esfuerzo para desviarlo de los procesos naturales. Busca, en síntesis, desviar la energía para ser consumida (respirada) por los seres humanos (que viven en ciudades) en lugar de los integrantes del sistema.

Aunque obviamente la radiación solar es la mayor fuente de energía, sin embargo, muchos insumos se derivan de fuentes de manufactura humana que frecuentemente no son autosostenibles.

El objetivo de la agricultura es manipular los flujos de energía con el propósito de obtener una cierta productividad neta (PNC) que pueda ser extraída como producto. Esto determina dos características distintivas de los agroecosistemas, con relación a los ecosistemas naturales:

 a) La necesidad de contrarrestar la tendencia natural del sistema a dirigirse hacia un estado de equilibrio (clímax) en donde la Productividad Neta de la Comunidad (PNC) es igual a cero; es decir, la cantidad de energía fijada por fotosíntesis menos la respiración de la comunidad (autótrofos y heterótrofos) tiende a cero; para esto es necesario realizar un gasto de energía;

b) La salida de energía del sistema en forma de biomasa cosechada (granos, tubérculos, forraje, carne, leche, huevos, etc.).

El flujo de energía en agroecosistemas se puede evaluar a través del análisis de sus flujos de energía (entradas y salidas), y de la relación entre la energía contenida en los productos cosechados y la energía necesaria para su producción, lo que se conoce como eficiencia energética (EE) de una producción determinada.

 Reciclaje de nutrientes

Se refiere a que pequeñas cantidades de nutrientes entran continuamente al sistema mediante varios procesos hidrogeoquímicos (interacción agua-roca, óxido-reducción, mezcla de diferentes aguas, intercambio iónico, disolución y/o precipitación de minerales), que en mayor parte está ligado a la materia orgánica (Borman y Likens, 1967). Los componentes biológicos de cada sistema se vuelven muy importantes para determinar cómo mover eficientemente estos nutrientes, asegurando una pérdida mínima.

Uno de los principios fundamentales de la agrosilvicultura es que los árboles aumentan la fertilidad del suelo, es decir, su capacidad de proporcionar los elementos nutritivos esenciales para el crecimiento de la planta.

A menudo se confunden términos claves de los nutrientes como entrada, salida, saldo, reciclaje y capital. Esta terminología se refiere a un sistema suelo-planta, generalmente a nivel de agricultor. Las aportaciones que provienen de fuera del sistema, tales como el nitrógeno que fijan las leguminosas tomándolo del aire, o el uso de fertilizantes químicos u orgánicos. Se consideran entradas los abonos de origen animal si se han producido fuera del sistema o también de origen vegetal. Las salidas de nutrientes son las pérdidas que se producen a causa de la cosecha, la erosión del suelo, la lixiviación, la volatilización del gas y otros procesos. El saldo de nutrientes es la diferencia entre las entradas y las salidas; y, el reciclaje de nutrientes se refiere a la transferencia de nutrientes, que ya existen en el sistema suelo-planta, de un componente a otro, por ejemplo, la liberación de nitrógeno de la materia orgánica del suelo, como amonio o nitrato, y su absorción posterior por las plantas.

Otros procesos relacionados con el reciclaje de nutrientes son el regreso al suelo de residuos de cultivos en forma de rastrojos; abono del ganado y la orina que los animales depositan en el sistema; los abonos verdes de leguminosas que se añaden al suelo y la transferencia de nutrientes de los árboles a los cultivos en sistemas agroforestales mediante la poda, la caída de las hojas y la descomposición de las raíces. Cuantos menores sean las pérdidas de nutrientes del sistema, menores serán las aportaciones que se requerirán del exterior para encontrar un equilibrio. El capital de nutrientes se refiere a las reservas de nutrientes presentes en el suelo en formas de asimilación lenta, y que se liberarán en años o decenios.

Mecanismos de regulación de poblaciones.

Mediante una compleja combinación de interacciones bióticas y límites impuestos por la disponibilidad de recursos físicos, se controlan los niveles de población de los distintos organismos, y así eventualmente se ligan y determinan la productividad del ecosistema (Stephen R. Gliessman, et al, 1996).

Debido a la simplificación del ambiente y la reducción de los niveles tróficos (productores, consumidores y descomponedores), las poblaciones de plantas o de animales en los agroecosistemas raramente se autorregulan. Las poblaciones son reguladas por los insumos humanos en forma de semillas o agentes de control de poblaciones, que a menudo dependen de enormes subsidios de energía. La diversidad biológica es reducida, la estructura trófica tiende a ser simplificada y muchos nichos no son ocupados. El peligro del incremento de las poblaciones de plagas a niveles catastróficos esta siempre presente a pesar de la intensa interferencia humana para controlarlos (Stephen Gliessman, 1998).

Los mecanismos de regulación de poblaciones pueden tener más éxito en un sistema, que como un todo ofrece mayor resistencia a plagas y enfermedades, incrementando el número de hábitats y permitiendo la presencia de enemigos naturales y antagonistas.

Un agroecosistema que incorpora las cualidades de un ecosistema natural como resistencia a perturbaciones, estabilidad, productividad y balance, proporciona las condiciones que aseguran el equilibrio dinámico necesario para lograr un sistema sostenible. A medida que los insumos externos antropogénicos se reducen, se puede esperar un retorno a los procesos ecológicos más naturales.

Equilibrio armónico y dinámico

El equilibrio armónico y dinámico de la Naturaleza, hace referencia al funcionamiento de la Naturaleza de manera natural sin que la misma se vea afectada por agentes externos, por ejemplo, el hombre. Una Naturaleza en equilibrio es un mundo en equilibrio.

La riqueza de especies o diversidad de los ecosistemas permite un grado de resistencia a todo menos a las perturbaciones verdaderamente dañinas. En muchos casos, las perturbaciones periódicas aseguran la más alta diversidad, e incluso, la más alta productividad (Connell 1978). La estabilidad del sistema no es un estado estacionario, sino más bien dinámico y altamente fluctuante que permite al ecosistema recobrarse después de la perturbación. Esto promueve el establecimiento de un equilibrio ecológico que funciona sobre las bases de un uso sostenido de recursos el cual puede mantener el ecosistema indefinidamente, o cambiar si el ambiente cambia (Stephen R. Gliessman, et al, 1996).

En los agroecosistemas como en la Naturaleza, la sanidad de un sistema se logra más fácilmente con modelos que se basan en la mayor diversidad posible de especies. Un sistema agrícola diversificado tiene más posibilidades de mantener el equilibrio por las múltiples relaciones entre sus componentes bióticos y abióticos.

Este equilibrio es dinámico y está en constante proceso de transformación. Según Chaboussou, no cualquier planta es atacada por plagas y enfermedades; son atacadas sólo aquellas que pueden servir de alimento adecuado para una plaga o una enfermedad.

Principios técnicos-productivos-ecológicos de la agroecología

Estos principios se basan en las leyes y patrones que rigen los procesos naturales, tales como: diversificar el sistema productivo, el manejo orgánico del suelo, adaptarse a las condiciones locales, incrementar las relaciones sinérgicas, balancear el flujo de nutrientes y energía, conservar la naturaleza y restablecer los equilibrios naturales; manejar integralmente el sistema; y, respetar las condiciones climáticas y de las fases lunares para establecer los cultivos.


¿Para qué diversificar el sistema productivo?  Es para aumentar el reciclado de biomasa y optimizar la disponibilidad y el flujo balanceado de nutrientes, incrementar la materia orgánica, cerrar los flujos de energía, manejar y conservar el suelo y el agua, la autorregulación de plagas/enfermedades, lograr rendimientos sustentables y estabilizar el medio ambiente.

¿Por qué el manejo orgánico del suelo? Para buscar mecanismos de reciclaje de nutrientes, establecer mecanismos de incorporación de materia orgánica al suelo, conservación de la estructura física, química y biológica del suelo, para asegurar condiciones favorables en el suelo para el crecimiento de las plantas y así aumentar la actividad biótica del suelo (Sarandon, 2002); mayor producción sostenible y saludable; y, reactivación biológica y desintoxicación del suelo.

 ¿Por qué adaptarse a las condiciones locales? Porque ayuda a reparar perturbaciones en el agroecosistema, analizar las condiciones climáticas, temperaturas, suelo, humedad, topografía, luz solar, vientos, precipitación, variedades adaptadas, etc., con el fin de generar sistemas más funcionales.

 ¿Por qué incrementar las relaciones sinérgicas? Es clave, porque permite aumentar las relaciones complejas entre los sistemas y componentes (especies) de la agrobiodiversidad; abandonar el tradicional esquema lineal en las relaciones tróficas (las basadas en la transferencia de materia y energía de unos organismos a otros mediante la alimentación) y favorecer la redundancia, funciones y la ocurrencia de vías alternativas al flujo de nutrientes-energía; y, sostener la fertilidad del suelo, autorregulación de plagas y enfermedades.

 ¿Por qué balancear el flujo de nutrientes y energía? Para disminuir el desbalance producido por el aporte extra de nutrientes y energía al sistema, la degradación del suelo debida a la fuga de nutrientes en forma de cosecha; cero desperdicios en el sistemas productivo, disminuir las entradas y salidas artificiales del sistema; e, incrementar el reciclado de biomasa y optimizar insumos de cada uno de los sistemas o subsistemas (vegetal, animal forestal, etc.,), los subproductos generados en otros subsistemas (restos de cosecha, excretas de animales, etc.

 ¿Por qué conservar la naturaleza y restablecer los equilibrios naturales? Es para preservar los elementos del medio natural y de restablecer los equilibrios biológicos en sus campos de cultivos; diversificar específica y genéticamente el agroecosistema en el tiempo y espacio; y, aumentar las interacciones bilógicas y los sinergismos entre los componentes de la biodiversidad promoviendo procesos y servicios ecológicos claves (Sarandon, 2002). 

 

 

¿Por qué manejar integralmente el sistema? Es para tener el entendimiento profundo del agroecosistema; reconocer que el agroecosistema es un ecosistema y no una fábrica de alimentos; el agroecosistema no es más que un conjunto de elementos (bióticos y abióticos) que interactúan de diferentes maneras; en el agroecosistema las perturbaciones que sufran algunos de sus componentes pueden tener efectos desproporcionados sobre otros componentes del sistema; el manejar por separado los diversos subcomponentes, impide tener una visión de las propiedades que emergen de su interacción; y, por cualquier manejo que intente ser exitoso debe considerar el sistema como un todo (integralmente).

Es importante considerar los procesos ecológicos que deben optimizarse en los agroecosistemas, tales como:

 

ü Fortalecer la inmunidad del sistema (funcionamiento apropiado del sistema natural de control de plagas)

ü Disminuir la toxicidad a través de la eliminación de agroquímicos

ü Optimizar la función metabólica (descomposición de la materia orgánica y ciclaje de nutrientes)

ü Balance de los sistemas regulatorios (ciclos de nutrientes, balance de agua, flujo y energía, regulación de poblaciones, etc.)

ü Aumentar la conservación y regeneración del suelo, agua y la biodiversidad, para aumentar y sostener la productividad en el largo plazo (Sarandón, 2002)

Para el diseño de la finca agroecológica (agroecosistema) considerar dos aspectos: 1) el manejo orgánico del suelo; y, 2) el manejo del hábitat y diversificación. En el primero tiene que ver el incremento de la materia orgánica, nutrientes y de la biota del suelo. En el segundo son los policultivos, rotaciones, asociaciones, coberturas, corredores (son franjas en límites o perímetro de la finca o en los bordes de los caminos dentro de las parcelas), que favorezcan el incremento de fauna benéfica. Estas interrelaciones permiten salud a los cultivos y por tanto salud del agroecosistema.

 ¿Por qué respetar las condiciones climáticas y de las fases lunares para establecer los cultivos?

Los periodos de lluvia y de verano, como el comportamiento de la temperatura, humedad y viento de la zona donde está ubicada la finca agroecológica, son determinantes para el establecimiento de cultivos, su manejo y cosecha. Al conocer la estacionalidad de lluvia y de verano, el agroecólogo puede planificar la siembra, el riego, la ejecución de las labores culturales y la cosecha.

 Además, conocer las condiciones climáticas es para minimizar las pérdidas debido a flujos de radiación solar, aire y agua mediante el manejo del microclima, cosecha de agua y el manejo del suelo mediante el aumento en la cobertura (Sarandon, 2002).

 En lo referente a las fases lunares, también, es muy importante que el agroecólogo tenga en cuenta porque éstas tienen un peso específico en la movilización de la savia.

 La luz de la luna promueve el desarrollo de las plantas, mediante el fotoperíodo; es decir, con él se aglutina los procesos que regulan las funciones biológicas de las plantas, a través de estimular la producción de una proteína propia de las plantas que actúa como receptora de la luz; es decir, mantiene la savia de la planta en movimiento de la misma manera que sucedería durante el día

El fotoperiodo implica la influencia de las variaciones diurnas de luz y los periodos de oscuridad sobre el desarrollo de las plantas (Federov, 1987).

 Luna llena, el momento álgido para el follaje. Es el momento en el que la luna emite la mayor cantidad de luz posible, por tanto, se traduce en una mayor movilización de savia y agua. El flujo de la savia asciende y se concentra en la copa o sea en las ramas, hojas, frutas y flores. Además, se considera un buen momento para abonar, trasplantar e, incluso, cosechar; y, para erradicar las malas hierbas.

 

Cuarto menguante, la fase de las raíces. En esta fase de la luna, disminuye la intensidad de su luz, que constituye en un descenso progresivo para la planta; sin embargo, tiene repercusión en el desarrollo de las raíces. El flujo de la savia comienza a descender y se concentra en tallos y ramas. Es un buen momento para plantar y recoger aquellos cultivos de raíz (como la zanahoria).

 

Entonces, en esta fase es un buen momento para trasplantar; e, ideal para podar o para saber cómo hacer esquejes que crezcan con éxito. Al haber menos luz, hay menos savia en circulación y menos agua en los tejidos. No solo la planta sangrará menos, sino que las hormonas que procuran el desarrollo de nuevas raíces están en un momento ideal para multiplicar en más plantas.

 

Luna nueva, el momento del estancamiento. La luna no está presente y, por tanto, el fotoperiodo no se ve alterado. La savia no está en movimiento, por lo que podríamos decir que nuestras plantas están en reposo o descanso. El flujo de la savia desciende y se concentra en la raíz. Así mismo, en esta fase ideal para eliminar chupones.

 

Cuarto creciente, otra de las fases más activas para las plantas. La luz, aunque discretamente, vuelve a aparecer; y, afecta al follaje y raíces a partes iguales. El flujo de la savia comienza a ascender y se concentra en tallos y ramas. Por este motivo, es un buen momento para preparar los semilleros o para los cultivos, cuyo consumo se centra en las partes aéreas, como sucede con la lechuga. Igualmente, es un momento ideal para abonar, ya que las plantas están más receptivas para absorber nutrientes (Verdecora, 2023)

 Indicadores de sostenibilidad

 Para analizar si las acciones y estrategias empleadas en el manejo de la finca agroecológica, desde el punto de vista técnico-productivo-ecológico, son las adecuadas, se puede apoyar de los siguientes indicadores de sostenibilidad:

1.       Biodiversidad: Este indicador evalúa la diversidad de especies vegetales y animales presentes en la finca. Se pueden medir la cantidad de especies, la presencia de especies nativas o endémicas, y el uso de prácticas que fomentan la conservación de la biodiversidad. 

2.       Salud del suelo: La salud del suelo es fundamental en una finca agroecológica. Se pueden utilizar indicadores como la estructura del suelo, la materia orgánica, los niveles de nutrientes, la capacidad de retención de agua; la actividad microbiológica para evaluar la salud y fertilidad del suelo; y, si está cubierto o no el suelo; la alta o baja incidencia de plagas/enfermedades. 

3.       Uso de insumos y energía: Este indicador evalúa la eficiencia en el uso de insumos externos y energía. Se puede medir el consumo de agua, energía y combustibles fósiles, así como la reducción o eliminación del uso de agroquímicos y pesticidas sintéticos. 

4.       Gestión del agua: La gestión del agua es esencial en la agricultura agroecológica o sostenible. Los indicadores pueden incluir la eficiencia en el riego, el uso de técnicas de captación y almacenamiento de agua, y la minimización de la contaminación del agua. Además, la forma de aprovechar el agua lluvia.

5.       Resiliencia al cambio climático: Este indicador evalúa la capacidad de la finca para adaptarse y mitigar los efectos del cambio climático. Se pueden medir prácticas como la diversificación de cultivos, el uso de técnicas de conservación del suelo, la captura de carbono y la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. 

6.       Equidad social y económica: La sostenibilidad también incluye aspectos sociales y económicos. Los indicadores pueden evaluar la equidad en el acceso a recursos y beneficios, la generación de empleo local, el impacto en la comunidad y el cumplimiento de estándares laborales justos. 

En una finca agroecológica deber estar estructurado capaz que existan áreas de bosques, con plantas nativas, y en el perímetro de la finca, con cercas vivas; un sistema agroforestal, la huerta y/o chacra; como también una cocha de agua y/o reservorio para sembrar, almacenar y distribuir el agua; y, un área para el manejo de animales y de un sitio para la preparación de los abonos orgánicos.

 En la huerta mientras más biodiversa, será mejor. En ellas se debe establecer hortalizas (col, lechuga, brócoli, coliflor, zukini, zanahoria blanca y amarilla, remolacha, tomate de riñón, pepino, pimiento, mellocos, nabo de chacra, entre las principales); plantas aromáticas y demás especies, como las plantas medicinales y ornamentales. Mientras en la chacra están los cultivos de ciclo corto (leguminosas, gramíneas, papa, calabazas, etc.), anuales (yuca, caña de azúcar, etc.) y perennes (frutales), dependiendo del régimen climático de la zona donde esté ubicado la finca. Todos estos cultivos son adaptados a su ambiente propio.

 

 

3.     Implementación sistema agroforestal

 

Para implementar un sistema agroforestal, en su diseño, debe estar estructurado con árboles y cultivos tradicionales, con un alto número de especies, dependiendo de la zona donde esté ubicado la finca. Los atributos o particularidades que debe tener este sistema, son: límites, componentes, interacciones, ingresos y egresos, una relación jerárquica con el sistema de finca y una dinámica. El límite define los bordes físicos del sistema; los componentes son los elementos físicos, biológicos y socioeconómicos; los ingresos son la energía solar, agua, abonos orgánicos, las plántulas, etc.; y, los egresos son la madera, la cosecha de los cultivos, leña, etc. Los ingresos y los egresos son la energía o materia que se intercambia entre diferentes sistemas; las interacciones son las relaciones, o la energía o materia que se intercambia entre los componentes del sistema.

 

Cabe explicar, adicionalmente, que la agroforestería considera como la combinación interdisciplinaria de diversas técnicas ecológicamente viables, que implican el manejo de árboles o arbustos, cultivos alimenticios y/o animales en forma simultánea o secuencial, garantizando a largo plazo una productividad aceptable y aplicando prácticas de manejo compatibles con las habituales de la población local.

 

 

4.     Manejo del suelo y el agua

 Para evitar la degradación del suelo en la finca se debe de manejar adecuadamente el suelo, agua y la vegetación. El suelo es un subsistema muy importante en una finca agroecológica. Este debe estar vivo y con buenas condiciones físicas, químicas y biológicas. Esto se evidencia cuando hay biodiversidad de fauna, que comprenden un sinnúmero de organismos no visibles a simple vista (micro fauna), como los microorganismos (bacterias, protozoarios y nemátodos) que sean antagónicos; la meso fauna como los ácaros, colémbolos, etc.; y, la macrofauna, como las lombrices, termitas, etc.

 Igualmente hay que manejar bien el suelo para garantizar una buena textura, estructura, densidad, porosidad, infiltración, que permita la retención de humedad y almacenamiento de agua. Así mismo, el suelo a más de disponer de los macro y micronutrientes, alto contenido de materia orgánica y de fertilidad, debe tener un pH neutro y una capacidad de intercambio catiónico (CIC) alto. Para ello, una de las estrategias es incorporar materia orgánica, cubrir al suelo (más abundante en el proceso de transición), evitar la compactación y erosión del suelo.   

 Para evitar la erosión hídrica (por lluvia o riego) y eólica (por viento) es fundamental tener al suelo cubierto, cuya técnica es acolchar al suelo, con residuos orgánicos (cascarilla de arroz, bagazo, viruta, etc.), cuyas ventajas son evitar la evaporación del agua, disminuir la proliferación de vegetación espontánea, aporta de materia orgánica, entre los principales.

 En áreas de ladera de la finca es conveniente construir obras de conservación de suelo con siembra en curvas de nivel, barreras vivas y con zanjas de infiltración. 

 Manejar el agua en la finca es muy transcendental, puesto que trata de aprovechar al máximo el agua de la lluvia o de un sistema de riego. Para captar el agua lluvia que cae en la finca se debe buscar, en el relieve y topografía del terreno, los puntos de inflexión, sitio en el cual se puede construir una albarrada o cocha de agua para sembrar agua y así facilitar que ésta se infiltre para alimentar paulatinamente a los riachuelos aguas abajo; o un reservorio, para almacenar y distribuir el agua en la temporada de verano, utilizando el riego, mediante el empleo de diferentes métodos. 

 En el Ecuador y en particular en la provincia de Loja, el porcentaje de tierras que se hace agricultura de temporal es mayor, donde la producción depende directamente de la presencia o no de las lluvias. En este contexto, las técnicas de captación, siembra y cosecha de aguas lluvias es muy importante.

 La siembra o cosecha de agua consiste en interceptar y retener el agua en la cabecera o partes altas de las micro-cuencas o de las fincas, justo en los puntos de inflexión, a través de cochas de agua, para que éstas luego se infiltren en el suelo y así permita la regenerar naturalmente la vegetación y de esta manera volver a recuperar las aguas subterráneas, aumentar el agua en los nacederos o nacimientos o afloramientos de agua, para disponer de ellos en épocas secas. Esta práctica es muy válida en fincas ubicadas en zonas áridas o semiáridas, con precipitaciones anuales menores a 700 mm.  

 Otras de las técnicas para siembra y cosecha de agua son las zanjas de infiltración, que son canales que se hacen en las laderas. Las zanjas deben ser construidas sin pendiente o inclinación o sea a nivel. La función de las zanjas es atrapar el agua de las lluvias e infiltrarlas en el suelo, para que luego se filtre y así mantener la humedad y sembrar plantas en los lomos de la zanja. De igual manera, los agujeros en forma de media luna, funcionan igual que las zanjas, que tiene que ser construidos en dirección contraria a la pendiente, para cuando llueva el agua sea retenida favoreciendo la infiltración del agua en el suelo.

 Estas técnicas y otras para manejar el agua lluvia en una finca con base en la topografía del terreno, a través de zanjas, agujeros en media luna, canales, reservorios, técnicas especiales de arados y caminos estratégicamente diseñados, de acuerdo a la pendiente del terreno y a las curvas de nivel, para almacenar el agua en época lluviosa y usarla en época seca son fundamentales. Se busca que el agua fluya lentamente por el terreno, sin erosionar el suelo, mejorando su fertilidad y por consiguiente la productividad. 

 Otro mecanismo de aprovechar el agua lluvia es captar el agua lluvia que cae sobre el techo de las casas, en las goteras, mediante canalones y luego con tubería conducir hasta un tanque reservorio para almacenar y luego distribuir en la finca. Recordar que por cada mm de lluvia se coge un litro por metro cuadrado.

 Para evitar al máximo la escorrentía y erosión del suelo, al momento de regar, tener la precaución de seleccionar el método de riego adecuado (superficie, aspersión, microaspersión y goteo), donde se emplee caudales no erosivos, tiempos de riego, según al método de riego y las características físicas del suelo y el tipo de cultivo; longitudes y bajas pendientes en surcos, por ejemplo; espaciamiento y diámetro de humedecimiento que garantice la uniformidad del riego.

 Para determinar o cuantificar la cantidad de agua que cae en un evento de precipitación, como de la temperatura, humedad, viento, evaporación, entre otros meteoros necesarios, cuyos información y datos son necesarios para la planificación de la siembra, cosecha, riego en una determinada finca es indispensable y prioritario construir una Estación Meteorológica Artesanal.

 

  

5.     Recuperación y manejo de la fertilidad

 Para mejorar la fertilidad de los suelos es indispensable aprovechar insumos existentes a lo interno y externo de la finca, tales como: rastrojo de la diversidad de cultivos; residuos de cocina, huesos, grasas y sangre (de camales); estiércoles de animales, meso y microorganismos nativos o de montaña; ceniza de la cocina, nitrógeno del aire (cultivo azolla): hojas y ramitas de herbáceas, arbustos y árboles; harina de rocas, etc. 

 Además, para asegurar la recuperación (reponer) de la fertilidad al término de cada cosecha es necesario elaborar abonos orgánicos como humus, bocashi, biol y cultivar azolla para obtener agua nitrificada, entre los principales. Al mismo tiempo, hacer rotación de los cultivos en las parcelas, incluir mulch o cobertores naturales.

 La estrategia de abonar en cada siembra y durante el ciclo del cultivo es fundamental, debido a que, en cada cosecha, los alimentos que ingerimos disponen de minerales, proteínas y vitaminas, que fueron captadas desde la fertilidad que dispone el suelo y transformados por las plantas a través de los procesos fisiológicos. A mayor fertilidad y saludable sea el suelo, los alimentos de las cosechas aportarán de mejor manera al sistema inmunológico de una persona, por el alto contenido de minerales. 

 

 6.     Actividades productivas artesanales

 En una finca agroecológica debe haber un taller de carpintería para que se prepare y elabore artefactos de madera que se requieran en la vivienda, en la finca, en las áreas de relajación, descanso; y, para el procesamiento de la materia prima. 

 Debe haber un espacio para la limpieza, alistamiento, selección, secado, almacenamiento, embalaje y transporte de la producción; como para el procesamiento de la materia prima.

 

 

7.     Régimen alimentario y la gastronomía ancestral

 El régimen alimentario para una familia es de mucha trascendencia dado que, si se alimenta diariamente con alimentos muy nutritivos, naturales y saludables, tanto de origen vegetal y animal, aprovechando la diversidad de alimentos que se producen en la finca, es determinante para que sus integrantes gocen de buena salud. Por tanto, los buenos hábitos y comportamiento nutricionales de la familia se constituyen en un estilo de vida y es el patrimonio agroalimentario de la familia o la comunidad.

 Cuando se da el encuentro entre mujeres, y también hombres, en la finca o en el mercado de seguro se da el intercambio de experiencias y formas de preparar los alimentos en casa, constituyéndose en el intercambio de conocimientos y saberes de cómo definir y preparar las dietas alimenticias para las familias. No solo es el intercambio (trueque) o venta de alimentos, sino de la gastronomía, en base a la situación cultural de las familias que viven en un determinado territorio.

   

8.     Terapias de recreación, relajación y descanso

 Contar con un espacio, en la finca, para la recreación, relajación y descanso es fundamental, porque ahí se puede realizar ejercicios, meditar, y hacer terapias de relajación como el baño de cajón, que ayudan a prevenir de las enfermedades; caminar descalzo.

 Por citar ejemplos, de lo que plantea la medina natural, es que una persona debe de efectuar los baños de cajón o de sangre, cuyos beneficios para el cuerpo y la mente son los siguientes:

 a.     Mejora la circulación de la sangre

b.     Elimina las células muertas

c.     Disminuye los niveles de colesterol

d.     Ayuda a bajar de peso

e.     Ayuda a combatir problemas respiratorios

f.       Se logra una piel saludable y tersa. 

 

 

 Además, se puede realizar masajes, terapias neurales, inyección de sueros y vitaminas, que sólo se requiere que la familia se capacite y practique.

 Adicionalmente, es preciso señalar, si el tamaño de la finca lo permite diseñar y establecer todas estas áreas antes indicadas, en la misma se puede desarrollar el Agro ecoturismo. Para ello, se deben ubicar los puntos de interés o estaciones de observación para recorridos de los visitantes, con sus correspondientes señaléticas. En esta perspectiva, se debe realizar un inventario de potenciales atractivos naturales, paisajísticos y productivos, que pueden ser: las principales especies arbóreas; observación de cultivos; recorrido y observación de un fragmento de bosque; prácticas de campo en diferentes áreas de la producción; avistamiento de aves; miradores, vistas panorámicas de paisajes; áreas de camping, entre otras,

 

9.     Actitudes y acciones que la familia debe tener para aprovechar las bondades que ofrece la finca agroecológica

 Los actitudes y acciones que los integrantes de una familia deben tener para aprovechar las bondades que ofrece una finca agroecológica, el Cosmos y la Naturaleza, a fin que gocen de buena salud, bienestar y vivan con alegría, buenas energías y en armonía con la Naturaleza, son las siguientes:

 

1.     Tomar sol. En horas de la mañana es muy importante tomar sol por unos 15 minutos, porque toma la energía (calor) del sol y se dota de vitamina D,  esencial para el mantenimiento de la mineralización ósea a través de la regulación de calcio y homeostasis del fósforo. Mientras en la noche le permite disfrutar de la frescura que ofrece la luna; además, en noches despajadas observar y disfrutar el brillo que emana las estrellas y la vía láctea.

2.     Beber agua limpia y cristalina.  Esta acción es vital para la salud del ser humano porque ésta transporta nutrientes hasta las células para la producción de energía y es el medio en el que se disuelven los líquidos corporales; facilita la eliminación de toxinas y el exceso de nutrientes por la orina;  con una buena hidratación preserva la elasticidad, suavidad y tono de la piel; regula la temperatura corporal; mantiene hidratado el cerebro; ayuda a la normalización de la tensión arterial; produce las reacciones de hidrólisis en la digestión; y, funciona como sostén, lubricante y amortiguador en las articulaciones. Así mismo, es beneficioso para la salud del planeta y de los diferentes ecosistemas  o agroecosistemas que existen en un determinado territorio.

3.     Respirar aire puro y fresco. Es fundamental hacer esto porque permite oxigenar cada célula del organismo humano y al exhalar lo desintoxica. Es mejor si se realiza una respiración profunda, todo el potencial de los pulmones para activar áreas del cerebro y al mismo tiempo desintoxica el organismo. Esta se logra sólo en una finca agroecológica, debido a la existencia de mucha diversidad de vegetación, con abundantes flores, que en la mañana y noche emana una peculiar fragancia. 

4.     Alimentarse de manera saludable. Significa que una persona debe de comer alimentos agroecológicos, cuyos beneficios se evidencian que al ser humano le ayudará a vivir más tiempo y saludable; mantener la piel, los dientes y los ojos saludables; apoya a los músculos; estimula la inmunidad; fortalece los huesos; reduce el riesgo de las enfermedades del corazón, la diabetes tipo 2 y algunos cánceres; y, apoya los embarazos saludables y la lactancia. Estos alimentos deben ser producidos en la finca, puesto que pasan directamente a la mesa de la familia para su degustación.

5.     Realizar ejercicios diariamente. Estar en movimiento y muy activo le permite al ser humano gozar de un estilo de vida saludable. Por ello, es indispensable que en la finca existan áreas destinada para caminar, si es posible descalzo; hacer ejercicios de respiración y de relajamiento; escuchar los cánticos de los pájaros, cuyas acciones son muy sublimes, relajantes y sanatorias. Así mismo, a la familia le permite transpirar y desconectarse de sus preocupaciones durante el tiempo que se dedique a realizar las labores agrícolas en la finca. Las personas al estar activas tienen menos probabilidad de enfermarse y por tanto de vivir una vida más duradera. Otros de los beneficios son reducir el riesgo de cardiopatías y accidentes cerebrovasculares;  reduce la presión arterial elevada (hipertensión); ayuda a mejorar el equilibrio del colesterol; mejora el estado físico, la salud mental, el emocional-psicológico y el espiritual, condiciones para que una persona sienta y viva con bienestar.

6.     Reír abiertamente. Esta actitud es prioritaria porque se demuestra estar con alegría, felices y con mucho entusiasmo. Además, permite tomar el aire con alto contenido de oxígeno, estimula el corazón, los pulmones y los músculos, y aumenta las endorfinas que se liberan en el cerebro; y, activa y reduce la respuesta al estrés.

7.     Dormir entre 6 a 9 horas. Esta acción es fundamental para el ser humano porque reduce la frecuencia de enfermedades; mantiene un peso saludable; reduce el riesgo de problemas graves de salud, como diabetes y enfermedades del corazón; disminuye el estrés y mejorar el estado de ánimo; y, permite pensar con más claridad y desempeñarse mejor en el trabajo y demás actividades cotidianas que realice la mujer y hombre.

8.     Agradecer al Cosmos, la Naturaleza, a la vida, a la familia, a los amigos y vecinos. Es una condición natural que toda persona agradezca al Cosmos, a la Naturaleza, a la vida, a la familia y a los amigos, porque ellos nos brindan la energía, la luz, el calor, la frescura, el aire, el agua, los alimentos, la espiritualidad, las buenas vibras y demostraciones de practicar valores éticos como la reciprocidad, solidaridad, cooperación, respeto, responsabilidad, entre otros. Tener conciencia a no destruir a la Madre Tierra -la Pachamana- nuestra casa común. Además, al agradecer disminuye la presión arterial; el sistema inmunológico se vuelve más fuerte; se logra tener mayor optimismo, felicidad y fuerza mental; tener emociones positivas y relaciones mejoradas; disminuye la ansiedad y la depresión; se duerme mejor; y, sentir acompañado, no solo ni aislado.

 

Los resultados del cumplimiento de las ocho acciones y actitudes por parte de los miembros de la familia es aprovechar las oportunidades que le brinda la finca agroecológica y que se constituyen en los verdaderos médicos, de manera gratuita, porque ayudan a prevenir y gozar de buena salud y bienestar.

 Principios guía para el proceso de conversión al diseño y manejo de agroecosistemas sostenibles (Modif. de Gliessman, 1998)

 

·       Desplazamiento del manejo de flujo de nutrientes, al manejo del reciclaje de nutrientes, con dependencia creciente en los procesos naturales tales como la fijación biológica de nitrógeno, y las relaciones micorrícicas.

·       Uso de fuentes renovables de energía en lugar de fuentes no renovables.

·       Eliminar el uso de insumos humanos externos que tienen el potencial de dañar al ambiente, la salud de los agricultores y trabajadores agrícolas, y/o, a los consumidores.

·       Cuando se tenga que agregar materiales al sistema, usar materiales de origen natural en lugar de insumos sintéticos ó manufacturados.

·       Manejar las plagas, enfermedades y malezas en lugar de “controlarlas”.

·       Restablecer las relaciones biológicas que pueden darse naturalmente en la unidad de producción en lugar de reducirlas y simplificarlas.

·       Buscar que los modelos de cultivo estén en armonía con el potencial productivo y las limitaciones físicas del paisaje agrícola.

·       Usar una estrategia de adaptación del potencial biológico y genético de las especies animales y vegetales cultivables, a las condiciones ecológicas del lugar de cultivo, más que modificar el sitio de cultivo para satisfacer las necesidades de esas plantas y animales.

·       Valorar mucho más la salud del agroecosistema en su totalidad, que el producto de un sistema de cultivo en particular.

·       Enfatizar la conservación del suelo, agua, energía y los recursos biológicos.

·       Incorporar la idea de la sostenibilidad en el largo plazo, en el diseño y manejo general del sistema.

 GLOSARIO DE CONCEPTOS

 Ecosistema: es un sistema funcional de relaciones complementarias entre los organismos vivientes y su ambiente, delimitado por fronteras definidas arbitrariamente, en un tiempo y espacio que parece mantener un estado estable de equilibrio, pero a la vez dinámico (Odum, 1996, Gliessman, 1998).

 Un ecosistema bien desarrollado, maduro, es relativamente estable, autosostenible, se recobra de las perturbaciones, se adapta al cambio y es capaz de mantener su productividad usando insumos energéticos provenientes solamente de la radiación solar.

 Un ecosistema natural es un sistema funcional de relaciones complementarias entre los organismos vivos y el lugar donde viven de forma natural en un equilibrio dinámico. Los ecosistemas son el resultado de millones de años de “prueba y ensayo” en la evolución de una gran diversidad de especies que tuvieron que adaptarse a las condiciones climáticas o al proceso de selección, natural o provocado por el hombre, hasta permanecer en un equilibrio natural.

 Agroecosistema: es un complejo conjunto de interacciones biológicas, físicas, químicas, ecológicas y culturales que determinan los procesos que nos permiten obtener y sostener los rendimientos en un sistema agrícola.

 Los agroecosistemas son las comunidades de plantas y animales que interactúan con su ambiente físico y químico que ha sido planificados y modificados por el hombre para producir alimentos, fibras, y otros productos para el consumo de la población. Los agroecosistemas pueden ser manejados para mejorar la producción de forma más sustentable, con menores impactos negativos ambientales y sociales y un menor uso de insumos externos.

 El principal reto en el diseño de un agroecosistema sostenible es obtener las características de un ecosistema natural y al mismo tiempo mantener una cosecha deseable. Esta es una forma viable para alcanzar la sostenibilidad del sistema.

 Funciones o procesos de los agroecosistemas:

 Sucesión: son los cambios que se dan en el tiempo en un ecosistema o agroecosistema (Los ecosistemas no son estáticos, cambian en el tiempo y tienden a su desarrollo. Es un proceso ordenado y previsible, que se da en todo agroecosistema)

 Regulación biótica: control de plagas

 Ciclado de nutrientes: diversidad funcional (reposición de los principales nutrientes)

 

Flujo de energía: la modificación o alteración de la energía de un ecosistema para beneficio del hombre.

 

Regulación del ciclo del agua: que se cumpla con el proceso natural del ciclo del agua (el agua se transporta a través la precipitación, desde el aire hacia la tierra, en donde la vegetación recicla esa precipitación y regrese a la atmósfera completando su recorrido).

 Micorrizas: Son las asociaciones simbióticas entre los hongos y las raíces de las plantas vasculares. El papel de las micorrizas es de vital importancia a lo largo de su periodo de crecimiento. Gracias a las micorrizas, el desarrollo simbiótico de la planta sucede de una manera satisfactoria y ambos salen beneficiados, tanto el hongo como la planta. Por un lado, las raíces segregan azúcares, aminoácidos, ácidos grasos y otras sustancias orgánicas que benefician a los hongos; y, por otro lado, los hongos convierten los minerales del suelo y materias en descomposición en formas asimilables por las raíces de la planta.

 Simbiosis: se aplica a la interacción biológica, a la relación o asociación íntima de organismos de especies diferentes para beneficiarse mutuamente en su desarrollo vital (Wikipedia).

 Alelopatía: es un fenómeno biológico por el cual un organismo produce uno o más compuestos bioquímicos que influyen en el crecimiento, supervivencia o reproducción de otros organismos (Wikipedia.org, 2021).

 Se reconoce a la alelopatía como un fenómeno que muchas personas desconocen que los organismos cercanos tienen la capacidad de comunicarse o interaccionar entre ellos mediante compuestos químicos. Por ejemplo, un caso muy sencillo es la relación entre las plantas cercanas entre sí en un huerto. A esto se le conoce como asociación de cultivos y también sirve para el control orgánico de plagas en las plantas (Ecologiaverde.com, 2021)

 Autótrofos: Que es capaz de elaborar su propia materia orgánica a partir de sustancias inorgánicas; es decir, son productores (producen su propio alimento). Por ejemplo, las plantas verdes. Los autótrofos realizan funciones anabólicas (formación de sustancias complejas a partir de sustancias simples o sencillas)

 Heterótrofos: Que es incapaz de elaborar su propia materia orgánica a partir de sustancias inorgánicas y se nutre de sustancias elaboradas por otros seres vivos. Es decir, son consumidores (no producen lo que consumen). Por ejemplo, las plantas sin clorofila y todos los animales. Los heterótrofos realizan funciones catabólicas (degradación de sustancias complejas a sustancias simples o sencillas)

 Eficiencia energética (EE): La relación entre la energía salida (ES) y la energía ingresada (EI) de un sistema es la eficiencia energética (E E) de ese sistema (E E= ES/EI).

 La agricultura agroecológica tiene su enfoque en la eficiencia energética mediante prácticas que ayudan a reducir la aplicación de agroquímicos e insumos derivados del petróleo y la intensidad del uso de maquinaria propulsada por combustibles fósiles.

 Biótico: Los factores bióticos son los organismos vivos que influyen en la forma de un ecosistema. Pueden referirse a la flora, la fauna y la fauna de un lugar y sus interacciones

 Valor de uso: se emplea para referirse el valor que tiene un bien para su poseedor, considerando lo que este obtiene con su uso, en contraposición al valor de venta que sería el que otro (valor de cambio) está dispuesto a pagar por el citado bien.

 El valor de uso es cualitativo, en función de para lo que sirven las cosas. La utilidad de una cosa la convierte en valor de uso.

 Valor de cambio: se mide por medio del dinero y del trabajo. Este trabajo se ve en dos ópticas: primero, lo que cuesta el trabajo, es decir, el trabajo empleado para conseguir un objeto; y, segundo, lo que vale para él; el trabajo que, a cambio de ese objeto, puede exigir a otra persona. (Mercancía)

 El valor de cambio es cuantitativo, se mide en dinero. Se calcula relacionando horas de trabajo con hombres necesarios para ello.

 AGRADECIMIENTO

 Expreso el agradecimiento a los profesionales que dieron su tiempo para analizar el presente documento y emitir sus importantes comentarios y aportes, en las personas: Verónica Rojas León, Diego Armando Sivisaca Armijos, Narcisa Elizabeth Reategui Betancourth, Joseph Cueva Villavicencio.

 

BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA

 Borman, F.H., and G.E. Likens.1967. Nutrient cycles. Science. 155: 424-429.

 Connell J H. 1978. Diversity in tropical rain forests and coral reefs. Science 199:1302-1310

 Da Silva, Valter. I. 2014. Clase Campesina: modo de ser, de vivir y de producir. Porto Alegre: Padre Josimo.

 Eduardo Grillo Fernández, 1991. La religiosidad en las culturas andina y occidental moderna. Proyecto Andino de Tecnologías Campesinas-PRATEC, 1991. Primera edición. Lima-Perú.

 Federov, 1987, citado por Cruz Rey de las Moras. Factores que influyen en el desarrollo: el fotoperiodo. Agricultura revista agropecuaria, ISSN:0002-1334. Disponible en:  https://www.mapa.gob.es/ministerio/pags/Biblioteca/Revistas/pdf_Agri%2FAgri_2008_913_920_922.pdf

 Flores C C y Sarandon SJ. 2014. La energía en los agroecosistemas. Cap. 7.  Disponible en: https://aulavirtual.agro.unlp.edu.ar/pluginfile.php/79/mod_resource/content/4/Cap%207%20Energ%C3%ADa.pdf.

 Francois Greslou, 1991. La organización campesina andina. Proyecto Andino de Tecnologías Campesinas-PRATEC, 1991. Primera edición. Lima-Perú.

 Gliessman, S.R. et al. 1996. Conversion to organic strawberry management changes ecological processes. California Agric.

 Gliessman, S.R. 1998. Agroecology: Ecological Processes in Sustainable Agriculture. Lewis/CRC Press, Boca Raton, FL

 Grimaldo Rengifo Vásquez, 1991. El saber en la cultura andina y en occidente moderno. Proyecto Andino de Tecnologías Campesinas-PRATEC, 1991. Primera edición. Lima-Perú.

 Gutiérrez, R.; Salazar, H. 2015. Reproducción comunitaria de la vida. Pensando la transformación social en el presente. El Apantle. Revista de estudios comunitarios.

 LVC – La Vía Campesina. 2020. Declaración Foro Internacional de Agroecología, 2011, 2015a, 2015b.

 Machín Sosa, B. et al. 2010. Revolución agroecológica: el movimiento de Campesino a Campesino de la Anap en Cuba. Cuando el campesino ve, hace fe. La Habana, Cuba, y Jakarta, Indonesia: Anap and La Vía Campesina.

 Mier y Terán G. C et al. 2018. Bringing agroecology to scale: key drivers and emblematic cases. Agroecology and sustainable food systems.

 MST-CE.2019. Movimento dos Trabalhadores Rurais Sem Terra no Ceará. Construindo a agroecologia no semiárido: manual da metodologia Camponês a Camponês. Fortaleza: MST-CE e CCA.

 Omar Felipe GIRALDO y Peter Michael ROSSET

 Pimentel D, Pimentel M. 1997. Food, energy, and society. 2nd Ed., University Press of Colorado, Niwot, CO.

 Proyecto Andino de Tecnologías Campesinas-PRATEC, 1991. Cultura Andina Agrocentrica. Primera edición. Lima-Perú.

 Rosset. P. M. 2015. Social organization and process in bringing agroecology to scale. In: Proceedings of FAO International Symposium. Agroecology for food security and nutrition.

 Rosset, P. M.et al. 2011. The Campesino-to-Campesino agroecology movement of ANAP in Cuba: social process methodology in the construction of sustainable peasant agriculture and food sovereignty. The Journal of Peasant Studies.

 Rosset, P. M y Martínez-Torres. M. E. 2012. M. E. Rural social movements and agroecology: context, theory and process. Ecology and Society.

 Rosset, P. M.; Altieri, M. A. 2017. Agroecology: science and politics. Warwickshire, UK: Practical Action Publishing.

 Sarandón SJ. 2002. AGROECOLOGIA: El camino hacia una agricultura sustentable. (Editor), Ediciones Científicas Americanas, La Plata.

 Val, V. et al. 2019. Rocheleau, D. Agroecology and La Via Campesina I. The symbolic and material construction of agroecology through the dispositive of “peasant-to-peasant” processes. Agroecology and Sustainable Food Systems.

Verdecora, 2023.Cómo influye la luna en las plantas. Disponible: https://verdecora.es/blog/como-influye-luna-en-plantas#

 


AGROECOLOGÍA ES VIDA. Es una construcción social


è 1era dimensión: agronómica, científica y como campo disciplinar; la “agroecología material” è técnico-productivo

 

·        Conocimiento ancestral èPrincipio filosófico y organizativos

·        Biodiversidad: diversidad cultural; y, diversidad ecosistemas (flora y fauna) èPrincipio técnico-productivo-ecológico

·        Semillas nativas: región sierra, costa, oriente y región insular. Esta se constituye en una memoria histórica. Perder semillas es perder autonomía èPrincipio político y organizativo

·        Formas de manejar suelo y el agua èPrincipio filosófico y organizativo y técnico-productivo-ecológico

 

è2da dimensión: movilizadora; la “agroecología inmaterial”, simbólica

 

·        Salud y soberanía alimentaria (derecho a producir y alimentarse). Es compartir e intercambiar è Principio organizativo y filosófico

·        Luchar para reivindicar derechos (poder): agua, territorio. Sostener las diferentes formas de lucha è Principio organizativo

·        Unión y organización comunitaria: rural, urbano, consumidores y minga, familia

·        Alianzas: campo-ciudad è Principio organizativo

·        Biopoder: conocimientos, semillas y agroecosistemas èPrincipio filosófico y técnico-productivo-ecológico

 

è 3era dimensión: como modo de ser, conocer, vivir y producir

 

·        Economía solidaria campesina: circular entre nosotros los recursos económicos è Principios políticos

·        Construir y ejercer poder (movilización social, en marchas, plantones) è Principios políticos

·        Alimentación es el centro. Debemos querernos y cuidarnos è Principios organizativo

·        Naturaleza (Pachamama): deidades, tierra, agua, sol è Principios filosófico y ecológico

·        Vivienda è Principios filosófico y ecológico

 

SPG: es confianza y garantía è 1era dimensión, 2da dimensión y 3era dimensión

 

ALIADOS

·                 Universidades, GADs: Provincial, Cantonal y Parroquial y los Ministerios

·                 Redes sociales: YuoTube, Facebook, Instagram

·                 Consumidores

·                 Organizaciones comunitarias


¿CÓMO CONSTRUIR INDICADORES?

 

Comentarios

Entradas populares de este blog

AGROECOLOGÍA